
Cuando se trata de proteger los derechos de los hombres, especialmente de los padres, es bueno saber que las cosas han mejorado desde los días en que la madre tenía automáticamente la razón en todo lo relacionado con los hijos y era la más probable de recibir la custodia.

Pero eso no significa que los hombres puedan ser complacientes. Hay cosas que deberían tratar de evitar para no enfrentar consecuencias inesperadas más adelante.
¿Cuáles son los errores comunes que cometen los hombres que pueden afectar sus derechos legales?
Hay muchos, y esta lista no pretende ser exhaustiva. En cambio, debe verse como una guía de lo que puede salir mal. Supongamos que alguien está considerando tomar alguna acción en algún nivel de su divorcio o crianza y se pregunta cuáles podrían ser los resultados a largo plazo. En ese caso, contactar a un abogado de derecho familiar con experiencia y conocimiento para evaluar los posibles resultados es una gran idea.
- Problemas financieros. Esta es un área importante donde los esposos cometen errores, que a menudo son bien intencionados. También es un área con una amplia gama de acciones que pueden causar daño al esposo. Entre ellas:
- Intentar gastar más que la ex en un divorcio. A veces, el esposo piensa que prolongar un caso de divorcio en la corte (y por lo tanto costoso) hará que la ex se rinda porque no puede pagarlo. Sin embargo, eso también puede causar problemas financieros al esposo sin obtener ningún beneficio.
- Pagar en exceso. En otros casos, el esposo acepta pagos significativamente más altos (ya sea en acuerdos de divorcio, manutención de los hijos o pensión alimenticia) de lo que debería. A veces, lo hacen para parecer generosos. Otras veces, aceptan porque tienen prisa por terminar y finalizar el divorcio. Pero si eso les perjudica financieramente a largo plazo, la generosidad se convierte en una responsabilidad.
- No pagar la manutención. Si el esposo retiene los pagos de pensión alimenticia o manutención de los hijos por cualquier motivo que no sea dificultad financiera (ver el siguiente punto para eso), podría terminar costándole más dinero a largo plazo, e incluso podría pasar tiempo en la cárcel. Además, los tribunales podrían ver al esposo como alguien que no toma el proceso en serio, y podrían revisar órdenes previas sobre visitas o custodia.
- No solicitar cambios cuando es necesario. Hay ocasiones en que pedir cambios en la pensión alimenticia o manutención de los hijos ordenada por la corte es lo correcto, especialmente si hay pérdida de empleo o una reducción significativa de ingresos. El esposo puede sentir que hay cierta vergüenza en esta solicitud o pensar que la corte no apoyará la petición. Pero cuando hay un cambio significativo en los ingresos del esposo, los tribunales a menudo están abiertos a ordenar el cambio (siempre que haya evidencia que lo respalde y no parezca que el esposo está tratando deliberadamente de reducir sus ingresos para evitar los pagos de manutención).
- Renunciar a los derechos parentales. Muy a menudo, los esposos renuncian a sus derechos como padres al inicio del proceso de divorcio, para luego darse cuenta de que cometieron un grave error. A menudo piensan que a la madre se le otorgarán todos los derechos de todos modos, pero eso está lejos de ser cierto. Los padres hoy en día tienen esencialmente los mismos derechos que las madres y no deberían dudar en hacerlos valer. Otra situación común es que a los esposos se les otorgue la custodia o derechos de visita en el divorcio, pero no los utilizan. La ex puede entonces alegar que el esposo no es un padre válido, y el tribunal podría retirar las visitas o darle la custodia total a la ex.
- Hablar mal. El divorcio es uno de los eventos más estresantes de la vida, y es muy fácil tener mucho que decir sobre una ex pareja. Pero hablar mal de una ex, ya sea frente a los hijos o en redes sociales, puede salir muy mal. Los tribunales podrían verlo negativamente y tomarlo en cuenta como un factor al determinar las órdenes finales del divorcio. Es mejor mantener todos los comentarios negativos fuera de cualquier lugar público o donde los niños puedan escucharlos.
- Poner todo por escrito. Muy a menudo, las parejas que se divorcian (o, para el caso, las parejas que se acercan al matrimonio) hablan las cosas pero no las ponen por escrito. La confianza es un concepto maravilloso, pero la memoria no es una herramienta legal confiable, incluso si ambas partes tienen las mejores intenciones. Un cónyuge puede recordar un compromiso de una manera, mientras que el otro lo recuerda completamente diferente. Tenerlo por escrito puede ayudar a evitar situaciones de él dijo/ella dijo.
- Ocultar bienes. Si un esposo está enfrentando un divorcio próximo y piensa que la mejor estrategia es ocultar bienes al tribunal, hay una solución simple de una palabra: No. Ya sea que la ex y el tribunal lo descubran durante el proceso de divorcio o después, probablemente no terminará bien para el esposo.
- Asumir que la pensión alimenticia es automática. Muchos esposos piensan que automáticamente se les ordenará pagar pensión alimenticia a su ex. Eso no es así. Antes de ordenar la pensión alimenticia, el tribunal considerará los ingresos y el potencial de ganancias de cada cónyuge, así como varios otros factores. Si al esposo se le pide que pague pensión alimenticia, no debería aceptarlo sin antes obtener asesoría de un profesional en impuestos.
- Pensión alimenticia inmutable. Ocasionalmente, un esposo acepta la pensión alimenticia como una situación permanente. Pero las cosas cambian. Puede haber nuevos matrimonios, hijos adicionales y cambios en los ingresos. No acepte una pensión alimenticia no modificable.
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